el hombre más radiactivo del mundo Hisashi Ouchi.

El Hombre más Radioactivo del Mundo: Hisashi Ouchi

Hisashi Ouchi sobrevivió durante 83 días tras haber estado expuesto a un alto nivel de material radiactivo en un accidente nuclear en 1999. Se le considera el hombre más radiactivo del mundo

Hisashi Ouchi el hombre más radiactivo del mundo.
Hisashi Ouchi

Durante la mañana del 30 de septiembre de 1999, Hisashi Ouchi, de 35 años, y otros dos trabajadores estaban purificando óxido de uranio para fabricar barras de combustible para un reactor de investigación en una planta de procesamiento de combustible nuclear en Tokaimura, Japón. Ouchi se encontraba de pie frente a un tanque con un embudo mientras Masato Shinohara, su compañero de trabajo, vertía una mezcla de óxido de uranio de enriquecimiento intermedio en el tanque desde un balde.

De repente, se sobresaltaron por un destello de luz azul, la primera señal de que algo terrible estaba a punto de suceder. En un desafortunado giro de los acontecimientos, el líquido había alcanzado un punto crítico debido a un error de cálculo, liberando peligrosos neutrones y rayos gamma en el aire.

Ninguno de los hombres de la central eléctrica estaba equipado para llevar a cabo la tarea, no tenían experiencia previa en el manejo de uranio con ese nivel de enriquecimiento, sin darse cuenta habían puesto demasiado en el tanque. Más tarde se llegó a descubrir que el uranio en cuestión era de 16 kg, mientras que el límite legal en ese momento era de solo 2,4 kg. 

Y como los trabajadores de la fábrica estaban transfiriendo la solución manualmente, no había forma de que pudieran medir la cantidad que se había utilizado. Como resultado, desencadenaron inadvertidamente lo que se conoce en la industria nuclear como un accidente de criticidad: una liberación de radiación de una reacción nuclear en cadena sin control.

Planta en Tokaimura, Japón
Planta en Tokaimura, Japón

¿Cuánta radiación recibió Ouchi?

Poco después de que el hombre de 35 años fuera expuesto a la radiación, se mareó y comenzó a vomitar violentamente. En este accidente, Ouchi había absorbido 17 Sieverts de radiación, el nivel más alto sufrido por un ser humano vivo en la historia. El contenido de uranio era el doble de la cantidad que mataría a una persona. Fue llevado de inmediato al Hospital de la Universidad de Tokio y la zona que rodea la planta fue cerrada.

Ouchi, que estaba más cerca de la reacción nuclear, había recibido lo que probablemente fue una de las mayores exposiciones a la radiación en la historia de los accidentes nucleares. Estaba a punto de sufrir un destino horrible que se convertiría en una lección de advertencia sobre los peligros de la era atómica.

No era la primera vez que esto sucedía. Un informe de la Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos de 2000 señaló que antes de Tokaimura, se habían producido 21 accidentes de criticidad entre 1953 y 1997. Los dos trabajadores abandonaron rápidamente la habitación. Pero, aun así, el daño ya estaba hecho. Ouchi, que se encontraba más cerca de la reacción, había sido expuesto a una gran cantidad de radiación.

Ha habido varias estimaciones de la cantidad exacta, pero una presentación de 2010 de Masashi Kanamori, de la Agencia de Energía Atómica de Japón, estimó la cantidad en 16 a 25 equivalentes de gray (GyEq), mientras que Shinohara, que estaba a unos 46 centímetros de distancia, recibió una dosis menor pero todavía extremadamente dañina de unos 6 a 9 GyEq y un tercer hombre, que estaba más lejos, estuvo expuesto a menos radiación.

Desde entonces, Ouchi ha sido descrito con frecuencia en artículos de Internet como «el hombre más radiactivo del mundo».

Mapa del accidente nuclear en la Planta en Tokaimura, Japón
Mapa del accidente nuclear en la Planta en Tokaimura, Japón

¿Qué efectos produce una dosis alta de radiación en el cuerpo?

En un accidente de criticidad, las dosis de radiación pueden ser incluso peores que en un accidente catastrófico en una planta de energía nuclear, como la explosión del reactor de Chernóbil en Ucrania en 1986, que entonces formaba parte de la Unión Soviética, donde se dispersó la radiación. (Aun así, 28 personas murieron finalmente por exposición a la radiación). Estos accidentes de criticidad presentan el potencial de liberación de una gran cantidad de radiación en un corto período de tiempo, a través de una explosión de neutrones y rayos gamma. 

Las dosis altas de radiación causan daños en los tejidos de los órganos debido a la exposición a la radiación ionizante, dejándolo incapaz de producir nuevas células, de modo que la médula ósea, deja de producir los glóbulos rojos que transportan el oxígeno y los glóbulos blancos que combaten las infecciones. También pueden causar varios síndromes de radiación, como muerte de la médula ósea, síndrome prodrómico, muerte del sistema nervioso central y muerte gastrointestinal. Tu destino está predeterminado, aunque habrá un retraso. Si recibes una dosis suficientemente alta de radiación ionizante que matará células, hasta el punto de que tus órganos dejan de funcionar.

Los trabajadores irradiados fueron llevados al Instituto Nacional de Ciencias Radiológicas en Chiba, al este de Tokio. Allí, se determinó que su recuento sanguíneo linfático había disminuido a casi cero. Sus síntomas incluían náuseas, deshidratación y diarrea. Tres días después, fueron transferidos al Hospital Universitario de Tokio, donde los médicos intentaron varias medidas en un esfuerzo desesperado por salvarles la vida.

El estado de salud de Ouchi se deteriora

Hisashi Ouchi

Cuando Ouchi, un apuesto y fornido jugador de rugby de secundaria que tenía esposa y un hijo pequeño, llegó al hospital, todavía no parecía una víctima de una exposición intensa a la radiación. Su rostro estaba ligeramente rojo e hinchado y sus ojos estaban inyectados en sangre, pero no tenía ampollas ni quemaduras, aunque se quejaba de dolor en los oídos y la mano. El médico por el que fue examinado incluso pensaba que podría salvarle la vida.

Pero en menos de un día, el estado de salud de Ouchi fue empeorando. Empezando a necesitar oxígeno y mientras su abdomen se hinchaba. Su desesperada situación seguía empeorando después de su llegada al hospital de la Universidad de Tokio. 

Una muerte dolorosa

Seis días después del accidente, un especialista que examinaba las imágenes de los cromosomas, en las células de la médula ósea de Ouchi solo vio puntos negros dispersos, lo que indicaba que estaban rotas en pedazos. Los cromosomas, que normalmente permiten que la piel se regenerara y es la capa exterior que protegía el cuerpo, había desaparecido gradualmente. El cuerpo de Ouchi no iba a poder generar células nuevas. 

Una semana después Ouchi había logrado recibir un trasplante de células madre de sangre periférica con su hermana como donante voluntaria. Sin embargo, su condición continuaba deteriorándose. Comenzaba a quejarse de sed, y una vez que le quitaron la cinta médica del pecho, su piel comenzó a desprenderse y a desarrollar ampollas. 

Ouchi carecía de glóbulos blancos, por lo que requiría múltiples transfusiones de sangre y extensos injertos de piel. Según el informe, estuvo «llorando sangre» y también sangrando por los globos oculares durante sus últimos días. 

Una semana después del tratamiento, Ouchi sufría un dolor insoportable y rogaba a los médicos que pararan. Al parecer gritaba: «¡No puedo soportarlo más! ¡No soy un conejillo de indias!» A pesar de los esfuerzos de los médicos por mantenerlo con vida, «quería irse a casa». Incluso exigiendo al personal médico que detuviera el tratamiento.

También comenzaba a tener problemas respiratorios. Ya no podía comer y necesitaba alimentación intravenosa dos semanas después del accidente. Dos meses después de su terrible experiencia, su corazón dejó de funcionar tres veces, aunque los médicos pudieron reanimarlo a petición de su familia.

El 21 de diciembre, a las 11:21 p.m., Ouchi finalmente falleció, su muerte fue causada por fallas orgánica múltiple. En un comunicado, Keizo Obuchi, el primer ministro de Japón en ese entonces, expresó sus condolencias a la familia del trabajador prometiendo mejorar las medidas de seguridad nuclear, según Japan Times. Shinohara, compañero de trabajo de Ouchi, también había muerto en abril de 2000 por un fallo multiorgánico.

La investigación

La investigación del gobierno japonés concluyó que las principales causas del accidente incluían una supervisión regulatoria inadecuada, la falta de una cultura de seguridad apropiada y una capacitación y calificación inadecuadas de los trabajadores, según este informe de abril de 2000 de la Comisión Reguladora Nuclear de los Estados Unidos. 

Seis funcionarios de la compañía que operaba la planta fueron acusados ​​de negligencia profesional y de violar las leyes de seguridad nuclear. En 2003, un tribunal declaró penas de prisión suspendidas, y la compañía y al menos uno de los funcionarios también fueron multados.

El supervisor del técnico también recibió tratamiento y fue dado de alta después de tres meses con una leve enfermedad por radiación. También fue acusado de negligencia en octubre de 2000. Además, la empresa de combustible nuclear tuvo que pagar posteriormente 121 millones de dólares como compensación por 6.875 reclamaciones de indemnización de personas y empresas que habían sufrido daños.

La muerte de Hisashi Ouchi es una de las más dolorosas en la historia, y pone en evidencia los peligros de los accidentes nucleares, así como la inhumanidad de los médicos que lo mantuvieron con vida en ese estado. Esperamos que su alma descanse en paz.

Nota importante

La exposición a la radiación se puede expresar en diferentes tipos de unidades. Los rads o grays reflejan la cantidad de radiación absorbida, mientras que los rems y sieverts reflejan el daño biológico relativo causado por la dosis.

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