El verano de 1951 trajo consigo una tragedia inexplicable a Pont-Saint-Esprit, un pequeño pueblo en el sureste de Francia. Lo que comenzó como una jornada común pronto se convirtió en una escena sacada de una pesadilla. De un momento a otro, cientos de habitantes comenzaron a tener alucinaciones aterradoras, ataques de locura y comportamientos que desafiaban toda lógica. Algunos veían monstruos surgir de las paredes, otros intentaban lanzarse por las ventanas y algunos corrían aterrorizados por las calles, convencidos de que estaban siendo perseguidos por demonios invisibles. La causa de esta extraña crisis sigue siendo un misterio sin resolver del todo, pero las teorías que la rodean son tan escalofriantes como el propio evento.
El día en que Pont-Saint-Esprit enloqueció
El 16 de agosto de 1951, la calma habitual de Pont-Saint-Esprit se hizo añicos. Cientos de personas comenzaron a mostrar síntomas de un envenenamiento masivo. En el hospital, los médicos se encontraron con una situación caótica: pacientes gritando de terror, convulsionando y mostrando un comportamiento completamente irracional. Muchos aseguraban ver fuego en el cielo o criaturas malignas que los acechaban. Los casos más graves incluyeron personas que se arrojaron desde edificios, murieron de ataques cardíacos o se automutilaron en medio del frenesí.
Uno de los casos más estremecedores fue el de un joven que aseguró que su corazón se estaba escapando por sus pies y, en un intento desesperado por detenerlo, se perforó el pecho con un cuchillo. Otro habitante corrió por las calles gritando que era un avión antes de lanzarse desde un segundo piso, fracturándose ambas piernas. El pánico era absoluto, y ni los médicos ni las autoridades sabían cómo detenerlo.
La causa: pan maldito o algo más tenebroso?
En un primer momento, la hipótesis oficial apuntó a un caso de ergotismo, una intoxicación causada por el cornezuelo del centeno, un hongo que crece en los cereales y que puede producir alucinaciones similares a las causadas por el LSD. La teoría indicaba que un lote de pan contaminado había sido distribuido por la panadería Roch Briand, intoxicando a gran parte del pueblo.
Sin embargo, con el paso del tiempo, surgieron dudas sobre esta explicación. Si bien el cornezuelo del centeno ha causado envenenamientos en la historia, rara vez produce un brote tan masivo y de síntomas tan extremos. Además, no todas las víctimas habían consumido pan de la misma panadería.
La sombra de la CIA: un experimento aterrador
En 2009, el periodista Hank P. Albarelli Jr. publicó un libro titulado A Terrible Mistake, donde afirmó que lo ocurrido en Pont-Saint-Esprit fue, en realidad, un experimento encubierto de la CIA. Según su investigación, documentos desclasificados demostraban que la inteligencia estadounidense, en colaboración con laboratorios franceses, habría rociado LSD en la comida o en el suministro de agua del pueblo como parte de un experimento de control mental dentro del proyecto MK-Ultra.
Este programa secreto, llevado a cabo durante la Guerra Fría, buscaba desarrollar nuevas técnicas de interrogatorio y guerra psicológica mediante el uso de drogas alucinógenas. La teoría de Albarelli sugiere que Pont-Saint-Esprit fue elegido como una especie de laboratorio a cielo abierto, sin que sus habitantes lo supieran.
Si esto fuera cierto, estaríamos ante uno de los experimentos más siniestros de la historia moderna, en el que hombres, mujeres y niños fueron utilizados como cobayas humanas sin su consentimiento. No obstante, esta teoría nunca ha sido confirmada oficialmente, y algunos expertos argumentan que la falta de pruebas concretas la convierte en una conjetura más dentro del misterio.
Otras teorías: envenenamiento industrial o intoxicación deliberada?
Otra explicación que se ha propuesto es que un pesticida utilizado en los cultivos de centeno podría haber sido el responsable del brote. Se cree que un lote de harina pudo haber sido contaminado con mercurio o alguna otra sustancia tóxica empleada en la agricultura de la época.
Algunas versiones incluso sugieren un acto deliberado de envenenamiento, ya sea por error humano o intención criminal. Pero si esta hipótesis fuera cierta, ¿quién estaría detrás de tal acto y con qué propósito?
Las secuelas: un pueblo marcado por la locura
Las consecuencias de aquel terrible día en Pont-Saint-Esprit fueron devastadoras. Al menos cinco personas murieron, decenas fueron internadas en hospitales psiquiátricos durante años y cientos sufrieron secuelas psicológicas irreversibles. A día de hoy, los pocos testigos que siguen con vida recuerdan aquellos acontecimientos con terror y confusión.
El enigma sigue sin resolverse del todo. ¿Fue un accidente con pan contaminado, un experimento inhumano de la CIA o un envenenamiento industrial encubierto? Cualquiera que sea la verdad, la tragedia de Pont-Saint-Esprit sigue siendo uno de los episodios más inquietantes de la historia moderna, un relato de locura colectiva que nos recuerda lo frágiles que somos ante lo inexplicable.
