La historia de Elisa Lam no es solo la crónica de una muerte trágica. Es un rompecabezas sin resolver que mezcla lo real con lo absurdo, lo posible con lo imposible. En 2013, la joven canadiense de 21 años desapareció en uno de los lugares más cargados de oscuridad de Los Ángeles: el Hotel Cecil. Días después, su cuerpo apareció en un tanque de agua en la azotea. La grabación de vigilancia de un elevador—su última aparición con vida—es uno de los videos más inquietantes en internet. Hasta hoy, nadie puede explicar con certeza qué sucedió.

Una joven con sueños y fantasmas
Elisa Lam era una estudiante de la Universidad de Columbia Británica en Vancouver. Leía vorazmente, escribía en su blog y lidiaba con el trastorno bipolar y depresión. Su viaje por la costa oeste de Estados Unidos era una especie de aventura personal, una pausa para encontrarse. El 26 de enero de 2013 llegó sola a Los Ángeles. Se registró en el Hotel Cecil, un edificio con fama siniestra. Pronto, comenzaría una historia que terminaría convirtiéndola en un símbolo de lo inexplicable.
El Hotel Cecil: historia de sombras
Antes de entrar en los hechos, hay que hablar del escenario. El Hotel Cecil no es cualquier lugar. Fundado en 1927, ha sido escenario de suicidios, asesinatos, y hasta residencia temporal de asesinos seriales como Richard Ramirez. Muchos dicen que tiene una energía pesada, que es un imán para lo trágico. Elisa no lo sabía, o no le importó. Se hospedó en una habitación compartida, pero fue trasladada a otra sola porque sus compañeras se quejaron de su comportamiento errático.
La desaparición
El 31 de enero, Elisa debía abandonar el hotel rumbo a Santa Cruz. Nunca llegó. Sus padres, alarmados, contactaron a la policía y comenzó la búsqueda. El LAPD revisó las instalaciones, interrogaron al personal, distribuyeron volantes. Nada. Hasta que decidieron revisar las grabaciones de seguridad.
El video del elevador
El 13 de febrero, la policía publicó un video de la cámara de seguridad del ascensor del hotel. Lo que muestra es perturbador.
Elisa entra al ascensor. Presiona varios botones. El elevador no se mueve. Ella parece asustada. Se asoma hacia el pasillo, entra y sale varias veces. En un momento, se pega contra una esquina, como si se escondiera. Luego, sale definitivamente. Sus movimientos son erráticos, casi teatrales. Sus manos se mueven de forma antinatural. Habla con alguien que no se ve, o con nadie. El video se corta.
Internet explotó. Miles de personas comenzaron a analizar cuadro por cuadro. Algunos decían que alguien más estaba en el pasillo, justo fuera del ángulo. Otros hablaban de una presencia paranormal. También surgieron sospechas: ¿por qué el video parece editado? ¿Por qué falta un minuto? ¿Por qué el reloj está distorsionado?
El hallazgo del cuerpo
El 19 de febrero, casi tres semanas después de su desaparición, una huésped se quejó de la presión baja del agua. También notó que salía con un color oscuro y un sabor extraño. Técnicos subieron a revisar los tanques de agua del techo.
Dentro de uno de los tanques, flotando desnuda, estaba Elisa Lam.
No había signos visibles de violencia, ni ropa, ni objetos personales. El acceso al techo estaba cerrado con alarma. Los tanques eran altos y difíciles de escalar. La tapa, según versiones, estaba cerrada. ¿Cómo llegó allí?
La autopsia
El informe forense tardó meses. Finalmente, el 20 de junio, se declaró la muerte como “accidental por ahogamiento”, con trastorno bipolar como un factor contribuyente. No había alcohol ni drogas ilegales en su sistema. Solo rastros de su medicación. No tenía heridas, ni marcas de agresión. No había evidencia de abuso sexual.
Pero el informe no calmó las aguas. Al contrario. Muchos lo consideraron inconcluso y lleno de vacíos.
Las inconsistencias
Las teorías comenzaron a multiplicarse. Había detalles que simplemente no cuadraban.
- El acceso al techo: se requería una llave y pasar por una puerta con alarma. Nadie oyó nada. ¿Quién la ayudó a subir?
- Los tanques: son metálicos, altos, pesados. ¿Cómo subió sola, abrió la tapa y se metió desnuda?
- La tapa del tanque: algunos informes decían que estaba cerrada cuando se encontró el cuerpo. Otros, que estaba abierta.
- El comportamiento en el video: muchos psiquiatras han dicho que podría deberse a un episodio psicótico. Pero el nivel de desorientación no concuerda del todo con el tipo de trastorno bipolar que padecía.
- El retraso en el hallazgo: los perros rastreadores no encontraron su rastro en el techo. ¿Estuvo en otro lugar y luego la subieron allí?
Teorías y controversias
El caso Elisa Lam se convirtió en un fenómeno global. Las teorías van desde lo racional hasta lo fantástico:
1. Desorden mental
La explicación más aceptada es que Elisa tuvo un episodio psicótico, producto de su bipolaridad. En ese estado, confundida, subió al techo, se desnudó (una conducta común en estados extremos de psicosis) y cayó al tanque. Pero esto no resuelve cómo accedió al lugar ni cómo se cerró la tapa.
2. Homicidio encubierto
Algunos creen que fue asesinada por alguien del hotel o un huésped. Que alguien manipuló el video, la llevó al techo, y la arrojó al tanque. La falta de huellas o evidencia se explicaría por una investigación deficiente o encubrimiento.
3. Actividad paranormal
Los creyentes en lo sobrenatural apuntan al pasado oscuro del Hotel Cecil. Muchos afirman que el comportamiento de Elisa en el elevador sugiere una presencia invisible. El historial del hotel parece reforzar esta visión.
4. Juego del ascensor
Una teoría que tomó fuerza en redes fue que Elisa estaba intentando un supuesto “juego coreano” llamado “el juego del ascensor”, que permite acceder a otra dimensión si se siguen pasos exactos. Suena ridículo, pero ganó tracción entre los seguidores de lo esotérico.
5. Conspiración biológica
En un giro completamente inesperado, algunos notaron que durante esos días hubo un brote de tuberculosis en el área de Skid Row, muy cerca del hotel. El nombre del test utilizado para detectarla era “LAM-ELISA”. Para los conspiranoicos, esto no era coincidencia. Pero no hay evidencia real que conecte los hechos.
Un caso sin cierre
Más de una década después, el caso sigue sin resolver del todo. Oficialmente, fue un accidente. Extraoficialmente, es un misterio cargado de elementos inquietantes: un hotel maldito, un video que hiela la sangre, una muerte sin testigos ni lógica aparente.
Elisa Lam se ha convertido en un símbolo. Su historia inspira documentales, foros de Reddit, libros, y debates interminables. Pero detrás de la especulación, no hay que olvidar que era una joven real, con sueños y fragilidades. Su muerte merece algo más que teorías: merece justicia, o al menos, una verdad clara.
Hasta entonces, su historia seguirá flotando, como su cuerpo en aquel tanque, en un espacio donde lo racional se diluye, y lo inexplicable toma el control.