A partir de finales de 2016, varios diplomáticos en La Habana comenzaron a reportar episodios desconcertantes de sonidos direccionales irritantes, dolores de cabeza intensos, mareos, visión borrosa, tinnitus, vértigo, vibraciones y presión antes de enfermarse con una serie de síntomas extraños. Los síntomas generalmente se presentaban después de un ruido fuerte y un dolor intenso en los oídos y la cabeza. Hoy exploramos «El Síndrome de La Habana» y el misterio Inexplicable de los diplomáticos bajo ataque en Cuba.
Síndrome de La Habana
El Departamento de Estados Unidos confirmó que los estadounidenses han sido víctimas de una serie continua de misteriosos ataques dirigidos contra diplomáticos en Cuba. Las autoridades estadounidenses reconocieron por primera vez los ataques en agosto, unos nueve meses después de que los diplomáticos comenzaran a reportar experiencias sónicas extrañas y un espectro desconcertante de síntomas, desde lesiones cerebrales hasta pérdida de audición. A pesar de una investigación internacional sobre los ataques, que también han afectado a diplomáticos canadienses, las autoridades y los científicos aún están desconcertados sobre qué tipo de arma o dispositivos podrían haber sido utilizados, y mucho menos por quién.
Las víctimas reportan una variedad de síntomas que incluyen mareos, náuseas, dolores de cabeza, problemas de equilibrio, zumbidos en los oídos (tinnitus), hemorragias nasales, dificultad para concentrarse y recordar palabras, pérdida permanente de audición y problemas del habla. También ha habido lesiones cerebrales, incluyendo hinchazón y conmoción cerebral.
Síntomas inexplicables más comunes
- Mareos
- Dolores de cabeza
- Falta de concentración
- Aturdimiento
- Náuseas
- Sangrado nasal
- Trastornos visuales, como visión borrosa y sensibilidad a la luz
- Presión o vibración intensa en la cabeza
- Dolor de oído
- Problemas cognitivos, como olvidos
Algunos dijeron que sintieron vibraciones durante su ataque. Otros escucharon ruidos, descritos como un chirrido fuerte y agudo como las cigarras o un ruido chirriante. Algunas víctimas informaron que se despertaron en la cama con un zumbido en los oídos, que se detuvo cuando se alejaron de sus camas. Aún así, otros dijeron que no sintieron ni oyeron nada antes de que comenzaran sus síntomas. Algunos dicen que fueron atacados en sus casas, mientras que otros fueron atacados en el Hotel Capri en La Habana, renovado recientemente. Los ataques parecían ocurrir de noche, y algunos dijeron que se produjeron en ráfagas de un minuto.
La combinación y la gravedad de las lesiones han desconcertado a los científicos. Se podrían desarrollar dispositivos sónicos que pudieran crear un haz de sonido dirigido capaz de dañar la audición de una persona, pero un dispositivo de este tipo probablemente sería bastante grande y difícil de ocultar. Y es poco probable que un solo dispositivo nefasto pudiera causar la amplia gama de síntomas que las víctimas están reportando.
Las teorías van desde la existencia de un arma sónica dudosa, hasta enfermedades psicógenas masivas, agentes infecciosos, exposición química, mal funcionamiento del equipo de vigilancia y una mezcla de estrés y grillos. Pero no se ha encontrado una explicación clara para las experiencias de los diplomáticos o sus síntomas. Y mientras tanto, los diplomáticos en China comenzaron a reportar episodios y síntomas similares y han sido evacuados.
Un investigador del MIT y experto en psicoacústica, Joseph Pompei, comentó: «Daño cerebral y conmociones cerebrales, no es posible, alguien tendría que sumergir su cabeza en una piscina revestida de transductores de ultrasonido muy potentes».
Exámenes Cerebrales
El Journal de la Asociación Médica Estadounidense también publicó detalles de los exámenes de 21 de las víctimas de los misteriosos síntomas, encontrando que habían «sufrido lesiones en redes cerebrales generalizadas sin un historial asociado de traumatismo craneal».
Los diplomáticos estadounidenses afectados por extraños episodios sensoriales y que desarrollaron una constelación de síntomas neurológicos mientras estuvieron destinados en Cuba, tienen ligeras diferencias en sus estructuras cerebrales y conectividad en comparación con los controles sanos, según un análisis de imágenes cerebrales avanzadas publicado el martes en el Journal de la Asociación Médica Estadounidense.
En general, los investigadores encontraron una serie de diferencias que no pudieron explicar. El patrón de cambios no coincidió con los observados en ninguna otra lesión o trastorno cerebral conocido. Si las diferencias son reales, parecería ser un conjunto completamente único de cambios cerebrales.
Las imágenes agregan una nueva pista difusa a los misteriosos episodios, que los funcionarios estadounidenses han denominado «ataques a la salud». Desde el principio, el fenómeno ha evocado la idea de una operación internacional que involucra armamento clandestino que ha eludido toda explicación científica y ha dado lugar a innumerables teorías de conspiración.
Se desconoce el número de víctimas, pero hasta 334 estadounidenses con síntomas relevantes calificaron para recibir atención en el sistema de salud militar. Los estadounidenses que informaron síntomas a menudo eran empleados federales de la comunidad de inteligencia y de varias otras agencias, así como sus familias. Si bien los signos y síntomas informados varían, en algunos casos su gravedad ha provocado problemas cognitivos, sensoriales y de equilibrio duraderos.
¿Que está pasando?
Los funcionarios estadounidenses han sido cautelosos al acusar al gobierno cubano de los ataques. Han dejado abierta una serie de posibilidades, incluida la participación de un tercer país o de una facción rebelde. El hecho de que diplomáticos canadienses también se vieran afectados es desconcertante, porque Canadá ha mantenido relaciones más amistosas con el país que Estados Unidos.
Una investigación conjunta de los medios The Insider, Der Spiegel y 60 Minutes del canal estadounidense CBS apunta a que las personas diagnosticadas con el síndrome de La Habana podrían haber sido atacadas con armas acústicas rusas.
Los medios de comunicación llamaron a este fenómeno el «síndrome de La Habana» porque los primeros casos ampliamente reportados ocurrieron en la capital de Cuba. Pero también se han reportado casos de estos síntomas en otros países, incluidos Austria, China, Colombia, Georgia, Alemania, India, Polonia, Rusia, Vietnam e incluso en los Estados Unidos.